No nos mataban por miedo a nuestra especie; lo hacían porque los hombres temen a la oscuridad y las ballenas poseíamos la luz que los libraba de las tinieblas.
En este libro se cuenta el relato de una ballena blanca, aquella que ha estado presente en leyendas y en novelas, como la de Melville bajo el pseudónimo de Moby Dick. Pero lo bello y original de esta obra es que Sepúlveda alcanza un toque más íntimo y directo. Esto lo logra mediante el personaje principal y el que cuenta la historia, la propia ballena blanca.
¿Sabían que las ballenas se comunican a través de los ojos? Esta y muchas más curiosidades pueden ser descubiertas en la lectura. Una lectura breve pero explícita. Una lectura recomendada para todos que revela la realidad más pura y cruel. Como una vez leí, «hasta que los leones tengan sus propios historiadores, la historia de la caza siempre glorificará al cazador». Y en este caso, Sepúlveda logra cambiar esa realidad.
Una lectura bonita que recomiendo en especial a aquellos jóvenes, pues me hubiera gustado leerla en la escuela. Probablemente recordaré esta obra como recuerdo otra de las de Sepúlveda, por su simplicidad, belleza y por la naturaleza.
Sinopsis: Una historia de amor por la naturaleza, contada por la voz de la ballena blanca protagonista. Una fábula para lectores de todas las edades. De una concha que un niño recoge en una playa chilena, al sur, muy al sur del mundo, una voz se eleva, cargada de recuerdos y sabiduría.